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Las ASADAS prestan un servicio de operar un sistema de suministro de agua para el consumo de una población en Costa Rica.

Para evaluar la calidad del agua que entregan las ASADAS a sus usuarios se aplica el Reglamento para la Calidad del Agua Potable (Decreto de la República N° 38924-S) de forma que se garantice la seguridad de las personas.

El reglamento se encarga de normar la vigilancia y control de la calidad del agua para consumo humano en el servicio que prestan las ASADAS.

La regulación dispone de una distribución de niveles de un nivel de control operativo (CO) y cuatro niveles de control que evalúan los parámetros físico – químicos y microbiológicos (N1, N2, N3, N4) a partir de los cuales existe rechazo del agua por parte de los consumidores o surge un riesgo inaceptable para la salud.

El agua de un acueducto es considerada de calidad potable cuando no represente un riesgo para la salud de los consumidores y no sea rechazada por éstos debido a sus características estéticas (olor, color y sabor).

Hay situaciones donde se incumple alguno de los parámetros establecidos en el reglamento, pero aun así el agua se considera de calidad potable, ya que no representa un riesgo para la salud. En Bioanalitica apoyamos a las ASADAS realizando los análisis de calidad de agua.

El COVID-19 ha sido detectado en las heces inclusive antes de que las personas presentes síntomas de estar contagiados, lo que es muy útil esto representa una alerta temprana para detectar brotes del virus.La metodología propuesta para frenar la propagación del virus es evaluar las heces y orinas excretadas por toda una comunidad mediante sus aguas residuales para conocer el estado de salud de todos sus integrantes tomar medidas para impactar positivamente a cientos o miles de personas.

Por otro lado con el uso de PCR cuantitativo es posible determinar inclusive cuantas personas en una comunidad estan contagiadas a partir del análisis de las aguas residuales.La evaluación de las aguas residuales para detectar COVID-19 tiene los siguientes beneficios para el control de brotes:

  1. Las personas excretan en sus heces el virus antes de mostrar síntomas, esto permite realizar una detección temprana y tomar medidas antes de que ocurra un brote de COVID-19.
  2. Es posible detectar el COVID-19 entre personas con síntomas y personas asintomáticas.
  3. Ante la imposibilidad de realizar pruebas individuales a toda la población, es una alternativa económica que permite evaluar a toda una comunidad de personas.
  4. Se reduce el riesgo de contagio del personal de salud, ya que no se tiene contacto con personas infectadas para tomar las muestras.
  5. La información generada facilita la toma de decisiones de forma preventiva y no reactiva.
En conclusión la epidemiología basada en las aguas residuales para detectar el nuevo coronavirus es una herramienta prometedora para informarnos sobre dónde, cuándo y durante cuánto tiempo debemos intervenir para proteger tanto a las personas como a la economía.

¿Puede transmitirse el COVID-19 por medio del agua potable?
Según la Organización Mundial de la Salud agua potable es el agua para consumo que cumple con los valores guía: microbiológicos, químicos, de aceptabilidad y radiológicos¸ establecidos por cada nación.

El cumplir con los valores establecidos en las regulaciones locales aseguran un agua para consumo inocua, reduciendo el riesgo de brotes de enfermedades entre la población así como la afectación a la salud de los consumidores.

En las diversas pruebas que se han realizado en todo el mundo, no se ha detectado presencia del virus COVID-19 en el agua potable.

La morfología y la estructura química del SARS-CoV-2 es muy similar a la de otros coronavirus, que en estudios han demostrado que el agua no es una vía de transmisión relevante.

Por esta razón la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que “el riesgo de contagio de COVID-19 es bajo cuando se refiere a agua potable”. Según el conocimiento actual el nuevo corona virus (SARS-CoV-2) se transmite principalmente a través del contacto directo entre personas o superficies contaminadas.

Factores que reducen el riesgo al mínimo de una posible transmisión del nuevo coronavirus por medio de agua potable son:

  • Uso de fuentes agua subterránea (pozos) bien protegidos de actividades humanas.
  • Cuando se utilicen fuentes de agua superficial, someter el agua cruda a tratamientos como: floculación, filtración, adsorción y desinfección.
  • Para desinfectar el agua potable de forma efectiva contra coronavirus utilizar: ozono, radiación UV o la desinfección con cloro o dióxido de cloro.

En conclusión, el agua potable, que se obtiene, procesa y distribuye de acuerdo con las reglas tecnológicas generalmente reconocidas, está muy bien protegida contra todos los virus, incluidos los coronavirus.

Links Relacionados:
German Environment Agency, opinión: “Drinking water and the coronavirus SARS-CoV-2”
Organización Mundial de la Salud
Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos